La retina es una capa fina que recubre el interior del globo ocular y está formada por células sensibles a la luz y neuronas que transmiten las señales luminosas hacia el nervio óptico y el cerebro.
Se puede decir que la retina es una prolongación del cerebro expuesta a la luz. Sobre la retina se captan las imágenes del exterior y éstas se traducen en impulsos nerviosos.
Entre las enfermedades más frecuentes están la degeneración macular (DMAE), el desprendimiento de retina y la retinopatía diabética. Existen muchos otros problemas, como membranas retinianas, agujeros maculares, oclusiones vasculares, distrofias, alteraciones congénitas, etc.
Actualmente hay múltiples pruebas diagnósticas que se emplean para el estudio de la retina. Las más solicitadas son la OCT (tomografía de coherencia óptica) y la angiografía fluoresceínica.
Afortunadamente, cada vez contamos con más herramientas para tratar las enfermedades antes mencionadas. De forma global se pueden diviri en tres categorías: